
Nuestro cuerpo es un reflejo de nuestro interior y como tal, responde a lo que nos sucede, buscando siempre su equilibrio interno, entre los órganos y sistemas que lo componen; y en esta tarea, nuestro sistema inmune es clave.
El sistema defensivo o inmune está compuesto por células que nos protegen de amenazas externas (virus y bacterias); e internas (enfermedades crónicas, cáncer) siendo nuestro intestino partícipe de al menos el 70% de nuestra inmunidad, el cual está compuesto por millones de microorganismos que mantienen nuestra microbiota sana y defienden a nuestro cuerpo de la enfermedad. La respuesta fisiológica a esta amenaza externa o infección, es la inflamación, que, al volverse crónica, lo deprime y debilita.
Para apoyar y fortalecer nuestro sistema inmune es importante considerar alimentos, hierbas y especias que fácilmente podemos incorporar en nuestra vida diaria y que son fuentes naturales para reforzar nuestra inmunidad. Entre ellos podemos encontrar:
- Vegetales en general (aportan fibra, antioxidantes y lecitinas), especialmente los crucíferos como coliflor, repollo, kale y brócoli (reconocidos por potenciar nuestro sistema defensivo)
- Frutas de estación, especialmente las ricas en vitamina C: limones, naranjas y kiwis
- Cereales como quinoa, amaranto, arroz integral y avena.
- Especias como la cúrcuma, jengibre, pimienta y orégano
- Frutos secos, especialmente almendras y nueces
- Semillas de linaza o chia (fuentes de omega 3 y 6)
- Hierbas como la ortiga, el diente de león, árnica y la echinacea (previenen la inflamación y promueven la desintoxicación del cuerpo, sin deshidratarlo)
Recuerda que tu cuerpo no está contra ti, sino que trabaja contigo y a través de estas sencillas recomendaciones puedes ayudarlo a mejorar y sostener tu salud.
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